El "stalking", o arte de pasar inadvertido
Cuando un princip
Solamente el tiempo puede convencer a un principiante que para llegar a se un buen rastreador, es indispensable conseguir que no haya absoluta-mente en el paisaje, ni movimientos, ni ruidos, ni olor, que descubra la presencia de un ser viviente.
A continuación se describen una reglas generales, totalmente indispensables para llegar a ser un buen "stalker".
1. El fondo y las líneas. Nada resalta más que una figura situada sobre un fondo que le sirva de contraste. Por ejemplo, una persona con vestidos claros caminando por un bosque de pinos. La regla fundamental es : no se debe resaltar jamás sobre el fondo, y menos recortarse sobre el cielo. Al contrario, es necesario confundirse los más posible con el fundo, casando colores y desdibujando líneas.
Si pintas una de las caras de un saco con colores más oscuros y la otra con colores más claros, habrás conseguido un traje de camuflaje que podrás usar de diferentes modos.
Nada llama tanto la atención, como las líneas o aristas regularmente trazadas. Debes disimular también cons hierbas o pequeñas ramas, las aristas formadas por la mochila, la cabeza, los hombros, o cualquier parte del cuerpo.
Pero no te dejes llevar por el entusiasmo, se trata de que simules las líneas, no que te conviertas en un bosque ambulante.
Ten cuidado también de que no te traicione tu sombra, aprovecha los juegos de sombra y luz que forman los rayos de sol al filtrarse entre las hojas.
2. Aprender a reptar como una serpiente. Si aún estás lejos de tu objetivo, basta con que camines inclinado, sobre todo si hay árboles entre los que te puedes camuflar.
Cuando te aproximes más, tendrás que avanzar de rodillas, ligera-mente echado hacia un lado, vigilando no levantar tu parte trasera.
Cuando estés cerca, generalmente tendrás que reptar. La mejor manera de hacerlo, consiste en practicar una especie de "crawl" con el cuerpo y los miembros pegado al suelo, y la cabeza vuelta sobre un carillo. Para avanzar tienes que impulsarte con una pierna y con los brazos, cuidando de no levantar mucho los codos o la rodilla, y arrastrando la otra pierna.
Ojo con los pies, deben de estar pegados al suelo, como si estuviesen rotos.
No creas que la línea recta es siempre el camino más seguro. Aprovecha los abrigos que te puedan ofrecer las manchas de sombras, la espesura y las desigualdades del terreno.
Por el contrario debes de evitar los lugares donde el sol dá de lleno. El sol hace resaltar las cosas más pequeñas y cualquier cosa: un botón, una anilla del cinturón, un pliegue de la camisa, puede dar un reflejo que te traicione.
3. Inmovilidad. Una regla muy importante es que cuando se observa, hay que permanecer inmóvil, y en caso de que haya que moverse, hay que hacerlo con movimientos muy lentos.
Para acechar no hay que tener nunca prisa, y saber quedarse inmovil, como una estatua, si adviertes que te van a descubrir.
No olvides que el olfato de los animales es muy fino, procura siempre que el viento venga de ellos hacia tí. El viento puede también llevar muy lejos los ruidos que hagas.
4. Es indispensable el silencio. Hay gente que cuando va de paseo, se puede detectar su presencia a mucha distancia, su posible presa no tiene que molestarse mucho en vigilar, ya le previene a tiempo el jaleo.
Tienes que esforzarte en no hacer ningún ruido, levanta los pies al andar sin arrastralos nunca,posándolos después con suavidad y con cuidado para no hacer crujir las ramas y hojas muertas.
4. Disciplina. La práctica del camuflaje, especialmente cuando se emplea en juegos de equipo, exige mucha disciplina. Será necesario repetir muchas veces ejercicios y movimientos, habrá que esforzarse en comprender el sentido de cada gesto. Es indispensable guardar siempre contacto entre todos, para ello puede convenirse un código de señales fácil y silencioso: con gestos con el brazo, con la mano etc.
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